Tres personas fueron capturadas por unidades de la Policía Nacional para cumplir condena por el delito de concierto para delinquir en la modalidad de paramilitarismo, sindicados de ser colaboradores de las autodefensas que delinquían en el municipio de Villamaría en hechos ocurridos en el año 2002.
Labores investigativas adelantadas por funcionarios de la Policía Judicial, permitieron recolectar el suficiente material probatorio en contra de estas tres personas, como directos colaboradores del frente cacique pipintá, aprovechando los cargos que para la época ostentaban, en una cooperativa y una empresa de vigilancia privada, para el año 2002 fueron involucrados en los "carteles del cilantro y la cebolla", ya que eran los encargados de recolectar la llamada “vacuna” a los campesinos de la zona, por estos hechos fueron judicializados, sin embargo, en primera instancia fueron absueltos por el ente judicial.
Aun así, para el organismo acusador, ministerio público y Policía Judicial, no existían dudas sobre las conductas delictivas, lo que motivo a una apelación ante los tribunales superiores, quienes luego de una evaluaron del caso, revocaron la sentencias de primera instancia y condenaron a las personas por el delito de Concierto Para Delinquir en la modalidad de paramilitarismo.
Los capturados son:
un hombre de 51 años, quien para la época, desempeñaba como propietario y gerente de la empresa de vigilancia ALARCOL LTDA al servicio de los paramilitares. Actualmente esta empresa se encuentra clausurada; una mujer de 52 años, conocida como alias “la mona”, para la época se desempeñaba como gerente de la cooperativa ASOFRUCAL, al servicio de los paramilitares y otra mujer de 40 años, se desempeñaba como empleada en una de las bodegas de la misma cooperativa.
Los capturados fueron condenados por los delitos de concierto para delinquir en la modalidad de paramilitarismo.
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