CASA CON DERRUMBE PROPIO

Al borde de un derrumbe en su casa

María Idalí Echeverry y John Fredy Bedoya conforman una  familia con dos hijas, una de ellas con diagnóstico de parálisis cerebral aguda, lo que hace más difícil su situación actual.

Hace tres años, esta familia llegó desplazada por la violencia vivida en el municipio de La Celia Risaralda. Su hija mayor no puede movilizarse, pues su limitación física no le permite más que estar postrada a una cama; fue así como el gobernador Víctor Manuel Tamayo conoció de cerca el drama de esta familia y tuvo a bien darles una vivienda  ubicada en la manzana 8, casa 2 del barrio Laureles de Dosquebradas.

No cabe duda que resultó siendo un gran alivio para esta familia al borde del desespero, sin embargo, lo que el Gobernador no sabía es que la vivienda está ubicada al lado de una montaña de tierra que hace que cuando llueve la casa se inunde y  sus habitantes tiemblen pensando en que pueda ocurrir un deslizamiento de tierra.

Dura situación

La situación sigue siendo dramática si se tiene en cuenta que Deysy Johana Valencia, su hija con parálisis cerebral, está con un diagnóstico de alto riesgo de bronco aspiración debido a una infección respiratoria aguda que la está aquejando desde hace semanas, sin embargo  por motivos de una deuda de Caprecom que nadie entiende,  le habían negado la atención médica, sin embargo, gracias a la gestión de este medio de comunicación se logró que el centro médico atendiera el caso como prioritario.

Lo cierto es que John Fredy Bedoya, maestro de obra de construcción de profesión y padre de la menor, está desempleado y en busca de una oportunidad laboral para ayudar a su familia. María Idalí por su parte perdió un brazo en un accidente, lo que limita también sus posibilidades de encontrar un empleo digno.

Ayuda

Ellos buscan una ayuda que les permita solventar los gastos de cuidado y manutención de su hija, ya que  la niña no puede valerse por sí sola y requieren de alimentos, ropa y pañales para poderla mantener.

  

De igual manera se  requiere una respuesta respecto al alto riesgo que esta familia puede correr al estar ubicada al lado de una montaña inestable que puede constituir un verdadero peligro para la integridad de sus miembros.

Esperamos que las entidades que se encargan de brindar apoyo social y laboral sean tocadas por las situación de este hogar en problemas. En medio de las dificultades esta familia no se da por vencida.